En la naturaleza, el O2 y el CO2 se mantienen en proporciones más o menos constantes, debido a que están renovándose permanentemente a través de ciclos.
La vida en la Tierra empezó en el agua, elemento vital para toda la vida actual. No solo todo ser necesita consumir agua sino además, este líquido constituye una gran parte de su cuerpo. Esto puede aplicarse por igual a las plantas y a los animales, incluidos los seres humanos.
El agua interviene en las alteraciones químicas del cuerpo de la planta, animal
o cualquier otro organismo, Impide que se torne demasiado alcalino o
ácido, regula la temperatura e incuso, sirve de lubricante, disminuyendo el
roce entre las distintas partes que se mueven entre sí.
Al agua le corresponde asimismo un papel estructural, ya que la célula viva
está hinchada de agua como un globo. Así es como se conserva la forma de los
tallos y las hojas de los vegetales y de los tejidos animales. Si se compara el
aspecto de cualquier cosa viva –planta o animal- con otros que lleva cierto tiempo
muerta, la diferencia es impresionante y esto se debe casi exclusivamente a la
pérdida de agua.
Los científicos aun no han averiguado del
todo cómo se traslada el agua dentro de los seres vivos. Una de las
cuestiones más difíciles es por qué el agua que aspiran las raicillas de un
árbol gigantesco viaja hasta evaporarse por las hojas, después de haber
recorrido, en algunos vasos, hasta 100 metros.
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